Hemos vivido en este planeta lo suficiente como para entender que el ser humano vive de ideales inalcanzables. La publicidad está programada para vender cualquier producto o servicio a partir de mensajes aspiracionales enfocados en satisfacer deseos mágicamente. Estos mensajes son muy claros, apuntan a valores superficiales, a la vanidad y la búsqueda del individuo de encajar con un modelo de vida ideal, irreal pero altamente codiciado.
A partir de esta realidad, sentimos la necesidad de luchar contra los estándares de belleza inalcanzables a través de un mensaje radical: una mujer grande puede hacer cosas grandes, puede disfrutar de su cuerpo, de la expresión de su identidad. Reconocerte como una mujer fuerte es un camino en el cual no estás sola, pues a tu alrededor encontrarás la compañía ideal. En este sentido, hablamos de tiendas de tallas grandes que entienden la importancia de que cada mujer se sienta contenida, cómoda y a la moda. Tiendas que buscan brindarte las herramientas para reflejar tu estilo de forma completa.
En ANVITO, te invitamos a aceptar tu cuerpo, tu figura y tus curvas, proponiéndote una gran diversidad de prendas de tallas grandes inspiradas en mujeres que rompen el molde, que abrazan la moda sin importar lo que el mundo diga de ellas. Nuestro objetivo es acompañarte, acercándote un catálogo con opciones pensadas para tu comodidad y elegancia, que destaquen tus atributos e iluminen tu gran belleza. De la misma manera, nuestro objetivo es ser referentes dentro del universo de tiendas de tallas grandes, motivo por el cual somos también mayoristas y fomentamos la producción nacional.
¡No temas al espejo!
La función de los espejos es reflejar un objeto a través de la luz que rebota sobre él. Sin embargo, son elementos completamente tabú en nuestra sociedad, pues nos paramos frente a ellos con expectativas que han sido incorporadas en nuestra mente de manera anti natural. Lo que pretendemos al mirar nuestra figura en un espejo, es que la imagen que nos devuelva sea perfecta, sea todo lo que nadie puede llegar a ser, por absurdo que parezca. Toda mujer teme al espejo, en algún sentido, ¡no estás sola en ello!
Es fundamental entonces, comprender que los espejos no reflejan la realidad de lo que somos, pues la belleza, ni es universal, ni es uniforme, ni es superficial. Eres mucho más que una imagen reflejada por la luz, eres mucho más que formas y volumen. Los espejos no traducen aquello que importa realmente, sólo han sido tomados como una herramienta poderosa para obligarnos a cambiar en pos de un molde poco representativo del cuerpo de la mujer real.
Te recomendamos pararte frente al espejo, observar tu cuerpo detenidamente con sumo detalle, luego detén la mirada en tu rostro y sonríe. Recuerda que ninguna mujer que se precie de serlo, puede basar su autoestima en las medidas 90-60-90, porque estará perdida aunque el espejo la aplauda de pie. Una mujer feliz, curvy, con talla grande, siempre se verá hermosa sin importar cuántos centímetros hablen de ella, pues la felicidad es inmensurable.
Respeta tu cuerpo como si fuera un templo
Ningún mensaje ha sido tan claro como éste respecto a la importancia de nuestros cuerpos. Un templo exige protección, exige respeto, exige elegir quién puede ingresar en él. Nuestro cuerpo es la parte más expuesta de nosotros, la primera impresión, la carta de presentación frente a los otros. Sin embargo, tu cuerpo es tuyo y es quien se encarga de sostener aquello que eres, tu identidad, tu persona en su totalidad. Por lo tanto, merece que lo cuides, preservándolo de cualquier daño externo.
Tu cuerpo es exactamente como debe ser y es quien te acompañará fielmente toda tu vida. Es tu responsabilidad atender sus exigencias, sus necesidades, sus pedidos y alarmas. Si dedicas a tu cuerpo la atención que merece, te premiará con una vida plena, feliz y saludable. Debes comprometerte con él y resguardarlo de las constantes agresiones externas, de los modelos ideales que intentan instaurar los líderes del mercado, debes protegerlo de los mensajes que infieren que debes ser delgada para ser perfecta, para ser talentosa, exitosa y amada. Una mujer de talla grande tiene las mismas oportunidades que cualquier modelo extra small.
Tu actitud te hace más atractiva
Puede que resulte redundante, pero todo lo que somos queda en evidencia a través de nuestra actitud. Si eres una mujer en paz con tu cuerpo y con tu mente, lucirás espléndida todo el tiempo. La armonía es algo fácil de conseguir si te lo propones con firmeza, pues cuentas con todo lo que necesitas para ser feliz, y es precisamente cuando lo eres, que luces relajada, divertida, radiante y atractiva.
Te recomendamos que no aceptes los mensajes condicionantes, que nadie te diga cómo debes lucir, vestir, hablar y sentir, pues la moda no conoce de límites, sino que actualmente respeta las tallas grandes. Responde a los modelos uniformes con una enorme sonrisa y nadie podrá vencerte, pues no debes encajar para ser feliz. Y si alguna vez dudas de ello, confía en tu cuerpo, en tus atributos, en tus deseos y tus gustos, en la forma en que expones tu figura con orgullo, confianza y seguridad. Si te sientes cómoda en tu cuerpo, has ganado sin dudas la batalla.
¿Puedes adornar tu actitud? Por supuesto, recuerda acentuar tus labios y tus ojos, pon la frente en alto con el objetivo de dirigir la atención hacia tu rostro. El truco es sostener la espalda derecha y firme, brazos relajados, hombros hacia atrás y piernas siempre estiradas. La postura dice mucho de nosotros, es por ello que recomendamos actividades como el pilates, streching o yoga, grandes aliados para conseguir un porte seguro e impactante.
La clave es aceptarse a sí misma
Te invitamos a aceptar aquello que te diferencia del resto, y abrazar tu feminidad como parte del cambio, sin caer en el desprecio por los cuerpos distintos al tuyo. Nada hay de revolucionario en cambiar un modelo por otro, sino que la batalla real es contra la existencia de los modelos como parámetros. Todos los cuerpos son diferentes, todas las mujeres son libres de gozar y disfrutar la moda de la manera que elijan, de exigir al mundo opciones inclusivas y la aceptación de tallas grandes como norma.
Ahora bien, entendemos la dificultad que implica poner en práctica este nuevo paradigma de un momento al otro. Resulta revelador comprender cómo en el siglo XIX, aun encontramos mensajes ancestrales que son tomados como verdades absolutas, y que siendo tan evidentes, pues están frente nosotros en los medios de comunicación, el común denominador de las personas no dejan de adoptarlos como guía.
En resumen, si cuidas tu cuerpo, te comunicas con él, atiendes sus exigencias y promueves su comodidad, tus curvas siempre lucirán increíbles y tu seguridad será incuestionable. Recuerda que no eres sólo cuerpo ni sólo mente, eres una combinación de física, química y esencia espiritual. Exígete la paz mental y corporal como premisa absoluta para explotar tu belleza.